La parcela donde se va a emplazar este equipamiento, tiene una configuración arquitectónica compleja y sinuosa. Por un lado hay una edificación de valor histórico y escaso volumen, la iglesia de San Francisco, y en lado contrario hay un conjunto de edificaciones con un importante volumen que dejan una serie de medianeras vistas. La edificación que se tiene que emplazar allí por tanto tiene que hacer de nexo de unión entre ambas realidades edilicias.
Nuestra propuesta pretende situarse en esta difícil coyuntura y realizar una transición entre la edificación protegida y el conjunto de edificaciones en altura, más recientes. Pretendemos tapar al máximo las medianeras vistas existentes y a nivel de calle ajustarnos a los volúmenes recayentes a esta parcela. Nuestra propuesta plantea una continuidad al lienzo de fachada de la calle San Juan, desarrollando un basamento en continuidad con altura de la Iglesia de San Francisco y produciendo un retranqueo hasta alinearse con la fachada del otro lado.
También buscamos la alineación con la fachada del edificio de viviendas en la planta ático en esta calle. En la calle Agustín de Betancourt, nos ajustamos al plano de edificación del edificio mas reciente, e incluso en la planta ático retranqueamos nuestro edificio para ajustarse también en esa zona a este y no dejar ninguna medianera vista, manteniendo las fachadas de la casa Martell y de la “Cárcel”. Por otro lado nuestro proyecto resuelve y da un tratamiento de fachada adecuado, al lienzo que desarrolla detrás de la edificación histórica y que constituye un elemento de interés de lo proyectado. Desde la calle del acceso principal, la calle San Juan, nuestra propuesta funciona como un gran basamento, rectangular y ajustado en altura al volumen de la edificación protegida (BIC), sobre el que se eleva de forma retranqueada una pieza mas singular, libre y poligonal, con interés y singularidad arquitectónica, que mantiene las alineaciones necesarias con el edificio de viviendas existente. En la otra calle el volumen prismático se adapta y ajusta a las medianeras de las edificaciones altas. En conjunto, el proyecto pretende dar al lugar un significado de singularidad, alejada de un simple edificio rectangular igual a los existentes en el entorno y que derivarían de ocupar el volumen máximo permitido en la ordenanza, que se aporta en las bases del Concurso. Nuestra propuesta se ajusta totalmente a las ordenanzas urbanísticas, agotando prácticamente todo el volumen edificable.
El acceso y control de los actores se produce por la calle Agustín de Betancourt, de manera independiente al acceso principal del edificio. Desde esta calle se producen también los accesos a la zona de administración y el acceso directo al escenario para carga y descarga de escenografía y materiales, así como la carga y descarga de material para el museo. El acceso al peine se produce en los distintos niveles del edificio por medio de una escalera de servicio que lo recorre en toda su altura, con acceso a las pasarelas e instalaciones en cada planta del edificio.
La sala de exposiciones temporales aparece en planta baja, como sala de uso independiente del museo y muy relacionada con el hall de acceso, lo que permite ocupar ese espacio de hall para exposiciones temporales que por su volumen lo necesiten. En planta primera aparece la sala de Actividades Multifuncionales, así como un acceso secundario a la parte superior de la sala del Auditorio, lo que posibilita la utilización de esta parte de la sala de manera independiente en función del aforo necesario, con un escenario de menores dimensiones. En esta planta también aparece otra sala de conferencias o de formación con menor aforo. El Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl (MACEW) se sitúa en las plantas 2º, 3º y 4º, con un acceso independiente al hall de entrada, de tal manera que se puede utilizar por separado pero que de la misma manera puede utilizar el espacio de hall para exposiciones temporales de todo tipo si fuese necesario.
Las salas del museo van apareciendo en las distintas plantas, relacionadas por espacios a doble y triple altura que dan unidad al conjunto del museo pero que permiten utilizar las salas por separado, según las necesidades. En estas plantas, se produce el almacenamiento y conservación de las obras, así como las tareas de documentación. Los tres espacios expositivos del Museo cuentan con almacenes secundarios y espacios destinados al control de accesos y a la muestra de las Publicaciones del Museo, de tal forma que las salas pueden usare por separado o no. La sala de Conferencias se sitúa en la última planta, un espacio diáfano que permite llevar a cabo todo tipo actividades, como sala de conferencias o incluso como una sala más de exposiciones.
A nivel de materialidad se diferencia el tratamiento más macizo y terso del basamento, de la pieza mas prismática y libre que se desarrolla encima de él. El basamento se realizara con revestimiento de piedra de color blanco. La pieza prismática, y más irregular, irá revestida de piezas de planchas de aluminio de color cobre, y revestido de una celosía trasparente calada, que aumentará la singularidad, al ser retroiluminada de noche. Todos los huecos proyectados serán resueltos con una carpintería de aluminio del mismo color que la celosía y revestimiento de plancha.
Concurso Auditorio en Tenerife. Colaboración con San Juan Arquitectura S.L.
José Eduardo Mesas Ortega 